Ensayos
Desde 1963 se compromete con dos ensayos.
El primero fue el cuestionamiento de los ejercicios físicos que benefician a los niños con trastornos de la actitud. Investigó que estos trastornos estaban ligados tanto a factores hereditarios como a factores emocionales tónico – relacionales, particulares en cada niño. La práctica propuesta consistía en dejar a cada niño elegir su postura de pie solicitándole sensaciones de equilibrio, de distensión tónica, de simetría corporal. Se trataba para cada niño de descubrir un bienestar corporal compartido con los otros niños.
La segunda experimentación se realizó con niños difíciles agrupados en clases anexas a cada escuela primaria. Animó las sesiones en colaboración con los profesores especialistas de la clase. Los niños fueron colocados en una situación de búsqueda con el movimiento y el ritmo. La pedagogía era ligera y ágil, dejando un gran margen de iniciativa a la creatividad individual y colectiva.
Existió por lo tanto, en este periodo, primero de su vida profesional, un tránsito de una práctica funcional a una práctica centrada sobre la expresión y los contenidos profundos de esa expresión por la vía del cuerpo.
En 1972 a partir de la experiencia con niños difíciles, empezó a trabajar de forma individual con niños discapacitados ayudándoles a expresarse y comunicarse. El niño “Bruno” fue una de sus primeras experiencias terapéuticas, convencido de que la ayuda consistía en interaccionar con el niño en una comunicación no verbal, como punto de partida de todos los desarrollos futuros. La originalidad de la terapia psicomotriz ya era la antítesis de las prácticas instrumentales.
Esos primeros diez años de experiencia educativa y terapéutica en el centro de Tours fueron de gran ayuda en el desarrollo de la psicomotricidad práctica actual, basada en la expresividad del cuerpo. Aucouturier ya estaba convencido de que la evolución de todas las funciones secundarias: motrices, afectivas, cognitivas e imaginarias no podrían desarrollarse más que a través de un acercamiento global, donde se hiciera hincapié en todas las funciones al mismo tiempo. Donde todas las funciones eran requeridas al mismo tiempo. Estaba convencido de que sólo la libertad de movimiento y libertad de expresión, acogiendo con respeto los valores profundos de la historia del niño y sus emociones en un marco segurizante, era el camino. Estaba convencido de que el placer debía ser buscado siempre, y que la actitud de escucha emocional era fundamental para la evolución del niño.
En 1967, con André Lapierre y Pierre Vayer, dos referentes mundiales en el campo de la psicomotricidad, crearon la “Sociedad Francesa de Educación y reeducación psicomotriz” la SFERPM. Aucouturier era el secretario y el presidente Lapierre asegurando la publicación de una revista trimestral. El primer coloquio internacional de SFERPM tuvo lugar en Tours en 1969, donde se reunieron cientos de profesionales franceses y extranjeros interesados en un enfoque más corporal, relacional y simbólico de la educación y de la terapia.
A partir de este período, muchos profesionales de la infancia llegaron a Tours para observar la práctica psicomotriz que el profesor Aucouturier estaba elaborando con los niños en la guardería y jardín de infancia, así como con los niños cuyos trastornos comportamiento eran más o menos graves.
Esta amplia experiencia que va de lo normal a lo patológico durante una veintena de años, le permitió observar el desarrollo del niño y poner en evidencia los puntos comunes y las diferencias entre las prácticas educativa y terapéutica, posibilitándole estructurar el cuadro de la PPA (Pratique Psicomotrice Aucouturier)
El centro de Tours se convirtió a lo largo de los años en un laboratorio de experiencias educativas y clínicas para la observación del comportamiento de los niños; las investigaciones teóricas y la práctica eran constantes, estimuladas por los numerosos participantes que seguían la formación en la práctica psicomotriz, así como por los colegas neuropsiquiatras, psicoanalistas, semióticos, psicólogos que, por su mirada particular sobre la práctica, la han enriquecido mucho, encontrándose entre ellos docentes de la UPV/EHU.
Ya había empezado su extraordinaria carrera de creación, investigadora, científica y humanista y es por esta época cuando le otorgan los primeros reconocimientos a su trayectoria profesional tales como: Laureado de la academia nacional de medicina de París en 1971 y el premio de tesis del Ministerio de la juventud y de los deportes en 1974.
En 1972 es nombrado director del Centro de reeducación física de Tours que transforma progresivamente en el Centro de Práctica psicomotriz. Lo compagina con la docencia en el centro de formación de maestros especializados en psicomotricidad por la Universidad de Tours.
Su labor docente e investigadora, su práctica, ha interesado en numerosos países y en 1986, crea la ASEFOP (asociación europea de escuelas de formación en la práctica psicomotriz) de la que él es Presidente Fundador: la ASEFOP reagrupó escuelas de formación en Alemania, en Argentina, en Bélgica, en Brasil, en España, en Italia, en México, en Perú y en Portugal.
Escuela Internacional Aucouturier
En 2011 crea la EIA (escuela internacional Aucouturier), con centros de ayuda a la infancia así como de psícomotricistas especializados en la PPA siendo su Presidente Fundador. Estas escuelas se reparten por Francia, Bélgica, Italia, España, Portugal, Argentina, Canadá (Quebec), México, Perú, Chile y África del Sur.
La PPA hace referencia al psicoanálisis (S. Freud, M. Klein, D.W. Winnicott) para comprender en profundidad la expresividad del niño.
Sin embargo, la PPA, en sus principios de ayuda, no es un psicoanálisis del niño, porque ella es una ayuda donde las sensaciones, la tonicidad, las emociones, la motricidad, la expresividad, los afectos y el imaginario son los referentes de la práctica del psicomotriz.
Distingue entre dos tipos de práctica; por un lado, la práctica psicomotriz educativa y preventiva y, por otra parte, la práctica de ayuda terapéutica.
Progresivamente el epicentro de su pensamiento se concretaría en la expresión de que la psicomotricidad pone en evidencia la complejidad del desarrollo del ser humano; es así que las experiencias corporales que vive el niño cuando interacciona con el mundo, fundamentan su psiquismo desde las representaciones inconscientes más originales hasta las más conscientes. El niño logra pasar de la vivencia a la abstracción de una forma exitosa para su desarrollo. La psicomotricidad invita a comprender todo lo que expresa el niño de sí mismo por la vía motriz; invita a comprender el sentido de las conductas personales.
Las ideas, la práctica, la experiencia y la presencia de Bernard Aucouturier en el campo de la psicomotricidad han nutrido generaciones de psicoanalistas, educadores, psicólogos y maestros. Junto con su trayectoria brillante, desde que revolucionara con su “Bruno” y la “Simbología del Movimiento” la psicomotricidad de los últimos 50 años, ha sido notoria su apertura, su generosidad para mostrar su trabajo y la calidez respetuosa con que recibió siempre en Tours, en su laboratorio de la sala de psicomotricidad del Palais de Sports.
Bernard Aucouturier es el paradigma del “maestro”.
El trabajo de formación continua, de supervisión, de formación personal que ha llevado a cabo en muchas instituciones a nivel mundial ha permitido fundamentar, precisar y elaborar una Práctica Psicomotriz que se identifica por su originalidad, por la especificidad de su encuadre, los dispositivos que utiliza, el itinerario, la direccionalidad de su acción y en particular por la vía regia de la intervención que es la resonancia tónico-emocional recíproca entre el psicomotricista y el niño. Al mismo tiempo, esta particular concepción de la relación educativa, preventiva y terapéutica ha aportado una mirada más amplia de los procesos subyacentes en la motricidad infantil y brindado una serie de recursos técnicos que ha enriquecido el campo de otras disciplinas implicadas en el desarrollo, en la salud y en la pedagogía, reconociéndolos como instrumento para el conocimiento profundo y la comprensión de la dinámica psicológica del niño a través de la vía sensoriomotriz, así como la estructuración de estrategias y tácticas de abordaje de la cada vez más compleja y pluridimensional problemática educativa y clínica. Una práctica psicomotriz concreta en realidades complejas, diferentes y específicas, que permiten, aún con su diversidad, construir un cuerpo teórico y un hacer cotidiano coherente, como instrumento que da respuesta a las necesidades de los niños y también de los adultos que cuidan a los niños.
Es una de las figuras más prestigiosas en la historia de la psicomotricidad y máximo referente actual de la misma, formando parte del currículum de carreras como psicología, licenciados de educación física y deporte, magisterio etc. existiendo másteres y posgrados universitarios específicos de psicomotricidad por todo el mundo.
Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Cuyo/Argentina, recibiendo la máxima distinción universitaria por su continua y sostenida investigación e intervención en relación con la educación, el desarrollo y los trastornos psicomotores, con la mirada puesta en la problemática de la niñez.
Es el director científico de la Escuela PEI-EIP Bilbao Asociación HAZI, y profesor de la misma siendo este el único centro de formación de Especialistas en práctica psicomotriz (PPA) del estado español reconocido por la EIA (École International Aucouturier)
Es entrañable el hecho de que el nombre de una escuela en Italia lleve su nombre: en Porcia, en el Friuli Venezia Giulia la escuela pública se llama Escuela Bernard Aucouturier.
Ha visitado la UPV, dando cinco conferencias: la primera y segunda en la escuela de Magisterio de Bilbao en los años 2003 y 2007, estando la escuela ubicada en el barrio de Arangoti / Deusto, Bilbao. Ese año 2007 dio la tercera conferencia en El Museo Guggenheim en el curso de verano “Arte y creatividad: reflejos de la mente” dentro de los VIII Encuentros de Arte y Cultura de la Universidad del País Vasco. La cuarta, en 2010, en el paraninfo de la UPV con la presencia de la directora de magisterio Bilbao y el decano de Bellas Artes. Y en la última, ya en Leioa, en el campus universitario, en el año 2012, como conferenciante invitado para celebrar el centenario de la escuela de Magisterio de Bilbao.
Publicaciones
Bernard Aucouturier ha venido realizando una intensa labor de divulgación tanto mediante artículos, como a través de la publicación de libros:
- En colaboración con A. Lapierre – Los contrastes y el descubrimiento de las nociones fundamentales (1974) – Doin – Paris – Asociación de contrastes, estructuras y ritmos (1974) – Doin – Paris – Los matices (1974) – Doin – Paris – el cuerpo y el inconsciente en educación y terapia (1982) Doin – Paris – La simbología del movimiento (1977) – Desclee de Brouwer – Paris – Bruno (1978) – Delachaux et Niestle – Genève.
- En colaboración con I. Darrault et J. L. Empinet – La práctica psicomotriz, reeducación y terapia (1984) – Doin – Paris.
- En colaboración con G. MENDEL –¿Por qué los niños y las niñas se mueven tanto? (1999) – Ed. Université catholique de Louvain – Bélgica. Ed. Graó – Barcelona.
- En colaboración con C. Van Nieuwenhoven. Miedo de nada, miedo de todo (2003) Ed. Université catholique de Louvain – Bélgica. Ed. Graó – Barcelona.
- El método Aucouturier (2005). Los fantasmas de acción y la práctica psicomotriz. Ed. de Boech – Bruxelles. Ed. Graó – Barcelona. Ed. Francoangeli – Milan.
- Aucouturier metodoa. Ekintza-fantasmak eta praktika psikomotorra (2011) (Vicerrectorado de Euskara)
- El niño terrible en la escuela (2012) Ed. Liber – Montréal. Ed. Graó – Barcelona. Ed. Cortina – Milan.
- Actuar, jugar, pensar (2017) Ed. de Boech – Bruxelles. Ed. Graó – Barcelona. Ed. Cortina – Milan.
Estos libros se han traducido al español, al italiano, al portugués y algunos, al alemán (uno al euskera). Es notable la presencia de Tesis doctorales escritas sobre su trabajo. Alguna de ellas defendida en la UPV/EHU. Se han escrito infinidad de artículos sobre sus trabajos al igual que libros.
Por citar algunos:
- Arnáiz Sánchez P (1988). Fundamentación de la práctica psicomotriz en Bernard Aucouturier. Madrid: Seco-Olea.
- Rota Iglesias Josep (2015) la intervención psicomotriz: de la práctica el concepto. Barcelona: ediciones Octaedro.
- Chokler, M. Acerca de la Práctica Psicomotriz de Bernard Aucouturier. Buenos Aires: Ariana.